10 FORMAS DE PERDER UNA PIEZA DE PUZZLE

10 FORMAS DE PERDER UNA PIEZA DE PUZZLE

10 FORMAS DE PERDER UNA PIEZA DE PUZZLE

Utilizo muchísimo las redes sociales para enterarme de lo que se cuece en el mundo de los puzzles, no solamente en España, sino en otros países con alma organizadora de eventos como México, Chile, Bélgica o Rusia. También hago uso de ellas para promocionar mi propio material puzzlero. Por ello, en mis surfeos virtuales, siempre me ha sorprendido sobremanera que haya tantos aficionados propensos a perder piezas de puzzles. Prácticamente cada día o cada dos días existe alguna publicación en la que se pregunta cómo pedir una pieza perdida a la empresa fabricante del rompecabezas, e incluso existe algún tutorial en la red de fabricación casera de "piezas de puzzle extraviadas", publicado en los canales de YouTube de MundoPuzzlero (que salió también en el el Nº1 de la revista de la Asociación Española de Puzzles AEPUZZ) y Puzzlemanía.

Voy a explicar mi experiencia personal. Desde que retomé el mundo de los puzzles en 2014, tras una larga travesía en la que la imagen troquelada había sido relegada por estudios universitarios y por motivos profesionales, en todos los puzzles de fábrica que he armado, nunca me ha faltado una pieza. Y son más de un centenar, incluyendo los de campeonatos. Recuerdo que en el único caso que existió una anomalía fue en un 2000 de Clementoni de la colección de National Geographic, con la preciosa imagen de un gorila del Congo. Sobraba una pieza, y además ésta no pertenecía al puzzle.

En mi etapa anterior como puzzlero, desde que me inicié a los 7 años de edad hasta que me dediqué a otros menesteres pasada la veintena, sí que acababa un puzzle y en un 10-15% de ocasiones me encontraba con que faltaba una pieza. Pero esto era sin duda porque trataba el puzzle de una forma descuidada. En primer lugar, tenía la manía de desprecintarlo, desparramar todas las piezas en la caja y ¡tirar la bolsa! Por ello todos mis puzzles añejos carecen de bolsa. Luego los armaba siempre en superficies en las cuales no había mucho espacio o en tablas, incluso trasladándolos de casa de mis padres a la de mis abuelos, que vivían en el mismo edificio. Con tanto trajín es imposible no perder piezas. Por ello, y ésta es la base de este artículo, estoy totalmente convencido de que la pérdida de piezas se produce en el 99,9% de las ocasiones por negligencia del propio aficionado.

Voy a enumerar 10 maneras típicas de perder una pieza de puzzle.

1. AL ABRIR LA BOLSA

Esto es que te marquen un gol tempranero, como decimos los aficionado al fútbol. Es lógico, acabas de elegir tu próximo puzzle, lo desprecintas, abres la bolsa de cualquier manera, desparramas las piezas encima de la mesa y no compruebas si en algún pliegue del plástico se ha escondido alguna piececilla que quiere escapar al Saarlac puzzlero. Afortunadamente, la pieza que se ha metido en esa cuevecita es descubierta cuando el puzzlero ve que ha montado todo lo rojo y falta un trocito que no aparece en el montón restante. Entonces, ¡albricias!, el montador sí que es diligente y busca en todas partes. Esto que parece broma me ocurrió en 2019 en el Concurso de Junio de Cornellà, con Jimena Gordillo (CEO de cronicaspuzzleras.com) llegamos al final de un Educa de 500 y la pieza faltante estaba en el contenedor amarillo del centro cívico, en la bolsa que siempre se quita uno de encima.

2. AL TRASLADAR EL TINGLADO

¿Quién no ha perdido alguna cosa en una mudanza? En los puzzleos a base de cartulinas, cuando te echan de la mesa del comedor en plena faena, tienes que levantar el campamento. Si no eres ordenado, en ese traslado de cartulinas, cajas y recipientes de clasificación puede desaparecer alguna pieza en equilibrio inestable.

3. CAÍDA DE PIEZAS AL SUELO

Un clásico, y nos pasa a todos. Lo que no puedes hacer es decir "bueno, ahora estoy en racha, la recogeré después", porque te olvidarás y pasará a ser pasto de la conga. No digamos si tienes la mala fortuna de tirar un cuenco de clasificación. Cuando se estrellan las piezas en el suelo siempre hay alguna que viaja a velocidad warp a los escondrijos más inusuales e insospechados de la habitación. Olvídate de poner objetos puzzleros en equilibro inestable.

4. EL OBJETO INVASOR

Los aficionados al café, al té, a las pastas, a la pizza, a las chucherías o incluso al agua, jamás se tomen los agapes o los chupitos encima de la superficie de montaje. Las piezas que tanto te han costado encajar no son una barra de discoteca sobre la que poner los cubatas. Algunos puzzles han acabado teniendo una imagen diferente de la de la caja por incidentes con la comida y bebida.

5. LAS MASCOTAS

Podría escribirse un libro del comportamiento de las mascotas más populares con los puzzles, y en especial de los gatos. Los felinos tienen una habilidad y una querencia especial para llamar la atención de sus dueños puzzleros poniendo su cuerpo encima de la caja de las piezas o de la superficie de montaje. Y si no estás vigilando o no cierras la habitación puzzlera, pueden desmontarte parte del chiringuito o tirarte el puzzle al suelo. Lo habitual es que se coman piezas (sé de perros que hasta se comen los Ferrero Roches con platina) o las escondan, porque son muy listos.

6. LOS METEOROS

Si puzzleas en el aire libre, la pérdida de una pieza puede ser irreversible. Caen al césped que no has cuidado en meses, lo haces en la acampada del lago y un balón furtivo te tira el puzzle al suelo, una ventolera inoportuna que te manda a veinte metros la imagen modelo...Ten la precaución de consultar las previsiones metereológicas antes de plantearte armar puzzles en el exterior, porque no puede ser una pieza la perdida, sino multitud.

7. EL CUERPO HUMANO

Miembros del cuerpo humano sudorosos en verano, toneladas de ropa en invierno, piezas que se adhieren a ellos y desaparecen tornándose en viajeras. Pueden acabar en la lavadora, en la calle, en otra habitación...una auténtica lotería. Procura estar aseado al sentarte a hacer puzzles y tener cuidado con los repliegues de la ropa en tiempos fríos.

8. EL BROMISTA

Siempre está el típico gracioso, normalmente ajeno al mundo de los puzzles, que cree contribuir positivamente al ambiente del hogar escondiendo alguna pieza del puzzle que está montando su pareja o hermano. Se acaba el puzzle y la pieza no aparece con la lógica preocupación del armador, hasta que el gracioso la coloca él mismo y se da el lujo de poner la última. Esta actitud lamentable y absolutamente despreciable merece toda mi repulsa.

9. DESMONTÁNDOLO

Montar un puzzle es difícil en muchas ocasiones y entretenido, y hay ocasiones suficientes para extraviar una pieza, pero lo que muchos armadores no son conscientes es de que el cuidado deben de tenerlo también al desarmar el puzzle. Cuántos destrozos de puzzle impulsivos se han llevado a cabo para grabar algún vídeo para tiktok y al siguiente armado, han desaparecido una o dos piezas...

10. LLEVÁNDOLO A ENMARCAR

Mucho ojo con esto. Cuando el puzzle pasa a una tercera persona, pierdes el control sobre él, así que asegúrate de que el profesional que haga el trabajo necesario para que el rompecabezas luzca impecable en tu casa no sea descuidado. Por descontado, si el puzzle va a ir a una exposición, sé estricto con los organizadores en ese sentido. Conozco casos de exposiciones de puzzles en las que algún clásico ha sido dañado de forma irremediable.

Muchos aficionados puzzleros no tienen temor a las piezas perdidas y las consideran "gajes del oficio", pero la mayoría prefiere los puzzles completos, tal como fueron concebidos. Espero que con estos consejos haya contribuido a que cada vez menos piezas circulen solas por el mundo, abandonadas a su suerte.

 

Alejandro Darias Mateos

Autor del libro "La Fiesta del Puzzle". Puedes comprarlo aquí.

   

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